Todd Solondz: en los suburbios del cine

Si algo tiene de especial el cine de Todd Solondz es esa extraña doble moral que siempre ha dividido a la crítica y a los espectadores ante las películas del director. Algunos afirman que es lúcido, despierto, y otros se atreven a tacharlo de marginado social e incluso de cruel: «la gente dice que soy cruel, pero crepo que hay que atender a un matiz muy importante. En mis películas hay una representación de la crueldad y creo que eso es muy distinto a ser cruel. Mis películas son mucho más amables que la vida real. La vida real es mucho más cruel que nada de lo que yo pueda haber imaginado«.

El universo que rodea al cine del director de New Jersey tiene una doble vertiente, una doble cara, pero hay mucho más allá de lo que se ve a simple vista. Jordi Costa, un conocido articulista de la blogosfera y escritor, ha escrito uno de los mejores libros sobre cine en general, y sobre Todd Solondz en particular, que nos da la mano por el abrupto camino que es «Solondzlandia»: Todd Solondz en los suburbios de la felicidad.

El 12 de agosto de 2005, Jordi Costa llegaría al Ellen’s Stardust Diner de Times Square, donde le espera poder realizar una de las entrevistas más interesantes leídas en cualquier libro sobre cine. A través de las preguntas al propio director, y a la suerte de Costa al encontrarse con un Solondz abierto y receptivo, nos ofrece a lo largo de sus casi 230 páginas una mirada nueva sobre el cineasta.

La controversia que han generado sus trabajos fílmicos desde que años atrás estrenara su Bienvenidos a la casa de muñecas (sin contar cortos anteriores ni películas de las que totalmente reniega) y, sobretodo, con la llegada de Happiness, la revisitación del género del nerd, a modo de «pseudoautobiografía», el juego con las ambigüedades morales son las características (casi) esenciales del cine de Solondz, y Jordi Costa nos hace un retrato lo menos fragmentado posible del director, pero lo mejor que nos ofrece sin duda este libro es la valoración del propio director de su cine. De cómo se siente ante la crítica. De cómo se siente ante su cine y ante el mundo que le rodea.

Sin duda alguna, se trata de uno de los mejores libros escritos sobre cine hasta la fecha. Por su forma, por su contenido, por tratar de arrojar luz sobre una de las figuras más incomprendidas del cine independiente norteamericano. Por hablar de Solondz y dejarle hablar a él, a su manera, con su timidez abrumadora y con su lucidez ante la vida. Con un estilo fresco, y cargado de ilustraciones de Dario Adanti (y textos de «artistas invitados» como Hernán Migoya o Kiko Amat) es, sin duda, una manera ideal para acercarse a Solondz. Eso sí, a sabiendas de que su universo tiene dos caras, como las monedas.